El
Sermón del Monte es para los discípulos de Cristo,
El Sermón del Monte ¡Es para Ti, hoy! El
Sermón del Monte Arte
cristiano, fotos e ilustraciones Espero
que todos estén consientes de que el Arte Cristiano que he estado
usando no pretende mostrar una representación actual o un fotografía
certera del tema que se está viendo. Sin embargo, si el Arte no es del
mal gusto, puede ser útil. Ciertamente algunos de los conceptos
reflejados en el arte concernientes a la doctrina del infierno son todo
menos de “buen gusto”, sin embargo son útiles al entender la
doctrina Cristiana. Como por ejemplo la sección de los siete jóvenes
que se fueron al infierno con Jesús, que se menciona en un capítulo
anterior. Jesús
y sus discípulos en el Monte Los
siguientes versículos tomados del Sermón del Monte de Jesús hacen muy
claro que Jesús no se dirigía a los Fariseos, o a los Saduceos, o a
los Sacerdotes, o a los Escribas, o ni siquiera a la multitud que los
seguía que no subió a lo alto del monte, sino que lo esperó. Jesús
dirigió su sermón a Sus Propios discípulos, a los que subieron a la
montaña; solo a estos instruyó acerca de un tipo de conducta mucho más
alta y acerca de juicio: “…
y sentándose, vinieron a él sus discípulos.”
(Mat. 5:1) “Y
abriendo su boca LES enseñaba [a
sus discípulos],
diciendo:”
(Ver.
2) “Bienaventurados
sois
[ustedes
discípulos]…”
(v. 11) “…
porque vuestro
galardón [de ustedes discípulos]
es grande…” (Ver. 12) “Vosotros
[discípulos]
sois la sal de la tierra…”
(Ver. 13) “Vosotros
[discípulos]
sois la luz del mundo…” (Ver.
14) “Así
alumbre vuestra
luz [mis
discípulos]…”
(Ver. 16) “Porque
de cierto os digo
[a
ustedes discípulos]”
(Ver. 18) “Porque
os digo [discípulos]…”
(Ver. 20) “Oísteis
[ustedes
discípulos]
que fue dicho…” (Ver. 21) “Pero
yo os digo
[discípulos]…
que cualquiera que se enoje…”
(Ver. 22) “Pero
yo os digo
[discípulos]…
cualquiera que diga: Necio, a su
hermano…” (Ver. 22) “Pero
yo os digo
[discípulos]...
cualquiera que le diga: Fatuo
[‘tonto’],
quedará expuesto al infierno
[Gehenna]
de fuego” (Ver. 22) “Por
lo tanto [tú
discípulo]
si
traes TU ofrenda…”
(Ver. 23) “Ponte
de acuerdo con TU adversario
[un discípulo]
pronto…”
(Ver. 25) “De
cierto te digo
[a ti discípulo],
que no saldrás de allí [tú
discípulo],
hasta que pagues el último cuadrante” (Ver. 26) “Pero
yo os digo
[a ustedes discípulos]
que cualquiera que mira a una
mujer para codiciarla…” (Ver. 28) “Por
tanto, si TU ojo derecho te es ocasión de caer
[discípulo],
sácalo, y échalo de TÍ;
pues mejor TE ES [a ti discípulo]
que
se pierda uno de TUS miembros, y no que todo tu
cuerpo
[los
cuerpos de los discípulos de Cristo, no de los pecadores no creyentes
en el día del Juicio]
sea echado al infierno [Fuego
de Gehenna]”
(Ver. 29) “Y
si TU mano derecha TE ES ocasión de caer, córtala, y échala
de ti; pues mejor
te es que se pierda uno de tus
miembro, y no que todo TU cuerpo sea echado al infierno” [Fuego
de Gehenna]
(Ver. 30) ¿Alguna
pregunta de a quien Jesús dirigió su “Sermón en el Monte”? ¿Es
este “fuego de Gehenna” para el mundo de pecadores incrédulos, o
para Sus Propios Discípulos? el
principio del primer uso Se
nos ha enseñado que la primera vez que una palabra es usada o
mencionada en las Escrituras, nos dice mucho acerca de su significado y
uso en el resto de las Escrituras. Bueno, justo aquí en el verso 22 (la
primera vez que se mencionan las palabras “infierno” y “fuego”
en el Nuevo Testamento) hemos probado de manera concluyente que
cualquier cosa que sea el
“fuego de Gehenna”, no es tortura eterna en fuego físico que te
ganas por llamar a un hermano “tonto”.
Llamar a un hermano “Raca” (Necio) o “tonto” es
de hecho bastante similar. Sin embargo, por decirle Raca el castigo es ser llevado ante un tribunal benigno, pero ¿por
decir “tonto” (o fatuo) a otro, uno es
sentenciado a una eternidad de dolor y tortura en el fuego del infierno?
Lo último sería un castigo billones y trillones de veces más severo.
¿Qué clase de justicia hay en esto? Por eso es que dice que el ofensor
está en “peligro” de juicio. A
través de todo el Antiguo Testamento, Dios sabiamente pone el castigo
según el crimen cometido. Crímenes mayores; castigos mayores: Crímenes
menores; castigos menores. ¿Será que nuestro Señor y Salvador ahora
echa por la borda toda esa misericordia y justicia? ¿Es ahora el
“llamar a alguien tonto” no solo una ofensa, sino también una ofensa
CON CONSECUENCIA eterna? ¿Es
bajo el Nuevo Pacto el “llamar nombres” castigable con tortura
eterna en fuego? ¿Cuántos
Cristianos no tienen ni idea de lo que Jesús está enseñando en este
tan aclamado y aplaudido Sermón del Monte? Muchos creen que es un
conjunto de 3 capítulos llenos de pequeñas y bonitas frases como, “Pon
la otra mejilla…”, “No
juzgues a otros…”, “Pide
y se te dará…” y “Haz
a los demás…” Pero sepamos que el Sermón del Monte será un
total enigma hasta que aprendamos a creerle a Jesús cuando Él enseñó
diciendo: “El
espíritu es el que da vida [vida
y entendimiento];
la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son
espíritu y son vida” (Juan 6:63). Pablo
hizo la pregunta a los de Corinto: “…
¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?’’ (1ª Cor.
6:2). ¿Son mis lectores también indignos de juzgar cosas muy pequeñas-las
más simples? Ok, entonces usemos nuestros propios cerebros dados por
Dios por unos pocos minutos. ¿Qué nos dijo Jesús específicamente
acerca de la acción disciplinaria que debería ser tomada con aquel que
odie a su hermano? Y recuerda,
aborrecer a un hermano es tener el espíritu de un homicida
(1ª Juan 3:15). Aquí está la respuesta de Jesús: “Pero
yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable
de juicio
(otras versiones dicen: estará
en peligro de juicio)” (Mateo 5:22) ¿Acaso
hizo Jesús a un lado el “juicio”? No. “Pero
yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano… será [enunciado
futuro]
culpable de juicio (o
estará en peligro de juicio).
Jesús no hizo a un lado el juicio. Ahora
entonces, ¿Qué nos dice la Palabra de Dios que es la pena de juicio por cometer homicidio? “El que hiriere a alguno, haciéndole morir, él morirá” (Éxodo 21:12) Notemos
que no dice: “será echado vivo al infierno” o “será
quemado vivo por siempre en el fuego de Gehenna.” NO, lo que dice es
que: “… él morirá”
según el Diccionario American
Heritage College “muerte
s. El estado de estar muerto”, “muerto adj. Haber perdido la vida, no vivir más”. Cuando uno está
“muerto” uno ya no está “vivo”. ¡Que revelación! ¿Todavía
me estas siguiendo? ¿Estás entendiendo? Creo que perdí al 99.44% de
los teólogos cristianos atrás en la pagina uno, en el primer párrafo. Continuando:
si Jesús aún está enseñando a Sus discípulos que los homicidas
estarán en peligro de juicio, lo que significa que “…morirán”,
entonces ¿Cómo puede ser posible, aún en un estado de mero
entendimiento humano, que por tan solo llamar a tu hermano “tonto”
(fatuo) el ofensor merezca VIDA ETERNA EN FUEGO LITERAL EN UN HOYO
INFERNAL LLAMADO GEHENNA? Muerte para el homicida, pero tortura
eterna al que llama a alguien “tonto”, ¿están locos?, ¿puede
un seguidor de Cristo lleno del espíritu santo creer tal bazofia
espiritual tan estúpida? ¿Quién
ha usado el término “tonto” (‘fool’ en inglés) más veces que
el famoso actor americano de TV ‘Mr. T’? ¿Alguien (sea clérigo o
gente común) realmente cree que Mr. T (formalmente llamado Laurence
Tureaud/Lawrence Tero) de la serie de televisión The
A Team o más recientemente I
Pity the Fool, quien dio muchísimo dinero y ropa a las víctimas
del huracán Katrina, y quien continua
usando su fortuna y talento para ayudar a aquellos en necesidad,
sufrirá cientos, quizás miles de sentencias eternas consecutivas en la
tortura de algún insano infierno Cristiano por su muy frecuente uso la
palabra “tonto”? Yo
le doy gracias a Dios que Mr. T no tendrá que enfrentar ni un poquito
del Juicio por su excesivo uso excesivo de la palabra “tonto”, que
el de aquellos Cristianos, clérigos y teólogos que enseñan que la
mayoría de la humanidad será torturada en un infierno de fuego por
toda la eternidad por el uso impropio de la palabra tonto. El
fuego de Gehenna es fuego de juicio para
todos los elegidos de Dios Claramente
el sermón del monte no fue dirigido a los Fariseos, o a los Saduceos, o
a los Escribas, o al sumo sacerdote, o a los judíos, o a las
multitudes, o a las naciones no creyentes del mundo, sino más bien a
los seguidores de Cristo. Eso significa que es para ti, si tú eres un
seguidor de Jesús. Aún así,
en el tiempo de Pentecostés, después de la resurrección de Jesús,
había un total de solo 120 discípulos esperando la promesa del Espíritu
Santo de Dios viniendo a ellos en Jerusalén (Hechos 1:15), sin embargo,
antes de eso, Jesús tenía muchos discípulos. Monte
Tabor
visto desde el Oeste/1843 pies de alto al final del Valle de Jezreel El
monte Tabor es tradicionalmente el monte en el que se piensa que Jesús
dio Su famoso sermón. Es inconcebible que miles ancianos, enfermos y
paralíticos siguiesen a Jesús a lo alto de la montaña. Ellos solo
estuvieron con él en la base del monte, y luego lo esperaron hasta que
él regresó y entonces continúo sanando y enseñando. Eso
sí, es claro que el mundo entero de no creyentes y pecadores
experimentará el Divino Fuego de Gehenna consumidor de Dios, pero no
antes que este haya purgado a todos Sus Elegidos, es decir a los
llamados y Escogidos de la Casa de Dios. Cuyo juicio han venido
experimentando hace ya desde hace más de 2000 años. Ciertamente
estas instrucciones no fueron escritas a los muchos que dicen: “…
Señor, Señor… en tu nombre hicimos muchos milagros… entonces yo
les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí...” (Mateo
7:22-23) Solo
los vivos pueden experimentar el “Fuego de Gehenna”. Y durante esta vida, son más bien los
escogidos de Jesucristo quienes pasan a través de este “Fuego de Gehenna” “Si
sois vituperados
[insultados]
por el nombre de Cristo, sois
bienaventurados… pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence,
sino glorifique a Dios por ello, porque es tiempo de que el juicio
comience por la casa de Dios…” (1ª Pedro 4:14, 16-17) Todos
nosotros tenemos que recibir vituperaciones
o insultos de los hombres, pero como juicio
de parte de Dios, y Dios nos purga de las ofensas de nuestra mente
carnal con “Su Divino Fuego Consumidor” (Hebreos 12:29) La
palabra “fuego” es usada con referencia a Juicio muchas veces en la
Escritura: “Fuego de Gehenna”,
“salado en fuego”, “horno de fuego”, “fuego que no cesa”,
“fuego eterno”, “quemado en fuego, “bautismo en fuego”,
“cenizas de fuego”, “flama de fuego”, “fuego consumidor”.
¿Son
todos estos usos de la palabra “fuego” realmente literales, físicos
o descripciones de cómo Dios torturará a la mayoría de humanidad tal
como era representado en el Arte Medieval Cristiano? Aquí
están los versículos del Nuevo Testamento que hablan de diferentes
“fuegos” por los cuales el hombre es juzgado: 1ª
Pedro 1:7 “para que sea sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el
oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego [el
‘fuego de Gehenna’ de Cristo],
sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo” La
“Fe” es intangible y por lo tanto no puede ser “probada” en
fuego literal. La palabra Griega traducida como fuego es pur y significa
“fuego” (literal o figurativo)-Stong’s #4442. 1ª
Cor. 3:13-15 “la
obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues
por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego
la probará. Si permaneciera la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, así como por fuego” De
nuevo ‘fuego’ (Griego; pur) es usado figurativamente, porque el que
está siendo probado “… él
mismo será salvo, así como por
fuego”. Si alguien es “salvado por fuego” no está
siendo torturado eternamente en fuego. Mateo
3:11 “Yo a la verdad os bautizo [a
aquellos quienes se arrepienten, no a los fariseos a quienes Jesús
llama víboras]
en agua para arrepentimiento: pero el que viene tras mí
[Jesús],
cuyo calzado no soy digno de
llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo
[esto
es bueno]
y fuego
[esto
también es bueno]”
Aquí,
ser bautizado (sumergido) en fuego [pur]
es tan importante y beneficioso como ser bautizado en el Espíritu
Santo de Dios. Mateo
3:12 “Su aventador está en su mano, y limpiará [purgará]
su era; y recogerá su trigo [el
trigo es bueno] en
granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”
(En inglés dice: “Unquenchable fire”; que quiere decir “fuego
inextinguible”) La
paja son las hojillas envolviendo lo bueno; al trigo maduro, la cual es
removida durante la trilla o avienta, y no tiene valor como alimento,
por lo tanto es quemado como la madera, el heno y la hojarasca de 1ªCorintios
3:12. Los Elegidos están compuestos de tanto el trigo valioso como de
la inútil paja, pero no somos la cizaña. Notemos que la paja es “quemada… en fuego que nunca se apaga” (o en fuego
inextinguible). Y si este fuego inextinguible “quema” la paja
seguramente no puede ser eternamente. Inextinguible no tiene nada que
ver con eterno. Flamas inextinguibles son Escrituras que no se pueden
apagar, extinguir, antes que se consuman a ellas mismas. Aventamiento
de Trigo Mateo
3:12 “y recogerá su trigo… y quemará la paja” Nosotros
somos el trigo de la parábola
de Jesús, y nosotros tenemos paja
no deseada rodeando nuestras vidas. Jesús no está representando a
algunas personas como trigo y a otros como paja. El trigo no es un grupo
separado de la paja, sino más bien la inútil paja pertenece al valioso
trigo. El trigo es el bebé y la paja es el agua de la bañera o tina.
Nosotros no vaciamos el agua de la tina junto con el bebe, más bien
vaciamos el agua sucia de la tina (en esta analogía el agua de la tina
representa la paja la cual es quemada en fuego). Marcos
9.49 “Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será
salado con sal” (Ver Rom. 12:1-nosotros somos ese sacrificio) El
fuego purifica y quema los rasgos de carácter no deseados, que son
comparados con “madera, heno y hojarasca”, y también con “paja”.
Pero la Sal se usa para preservar. Por lo tanto la sal y el fuego son símbolos.
El fuego espiritual nos purifica y la sal espiritual nos preserva. Lucas
12:22 y 49 “Dijo luego a sus
discípulos… fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quisiese
yo, sino que ya estuviese encendido [En
Sus discípulos, de generación en generación, en esta era de la
iglesia, AHORA]?”
¿Cómo
puede alguien sugerir que los diferentes “fuegos” de los que Jesús
habla son literales? ¿Qué fuego
literal inició Jesús en Palestina durante Su ministerio? ¿Acaso
El quemó
algún
pueblo o ciudad? ¿O
empezó un incendio forestal? ¿Cuándo dejará la Iglesia esta
incoherencia de que el fuego espiritual del Espíritu de Dios con el
cual Él purificará a toda la humanidad comenzando con su Propia Casa
es literal? Juan
6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne [la
letra]
para nada aprovecha; las PALABRAS
[Incluyendo
trigo, paja, peces, levadura, luz, sal, piedra, arena, vino, tesoro,
hijos, cosecha, Samaritano, doctor, oveja, perla, sirvientes, árboles,
vírgenes, talentos, viñedos, boda, cena, moneda, fuego]
que yo os he hablado son espíritu
y son vida” Y
aquí hay una segunda prueba o testigo para esta verdad Bíblica: 2ª
Cor. 3:6 “El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un Nuevo Pacto, no
de la letra [carne],
sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica” Ahora,
entendamos que cuando Jesús dice que Sus palabras son espíritu, no está diciendo que cada una de las sílabas
individuales fonéticamente audibles es literalmente espíritu, sino que
el significado y el entendimiento de Sus Declaraciones
son espíritu. Solo
unos versículos antes Jesús dijo unas palabras que nos traen en mente
Su declaración de que las “palabras
que yo les hablo, son espíritu” Aquí
esta lo que dijo: Juan
6:55-56 “Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida,
el que come Mi carne y bebe Mi sangre, en Mí permanece, y yo en él”
Las
palabras carne y sangre no son mas “espíritu” de lo que es la
palabra veneno. Pero cuando se usan para representar a “Jesús”,
siendo el pan de cielo, entonces
se convierten en espíritu.
Jesús es el pan (espiritual) que al final impartirá inmortalidad a
aquellos que (espiritualmente) lo comen. Así
que cuando la Escritura nos dice, “Por cuanto nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos
12:29), ¿Podemos entender que estas palabras son “espíritu”? “Dios es espíritu…”
(Juan
4:24) “… el Dios invisible…” (Col.
1:15). Ahora,
¿Cómo
puede Dios ser fuego visible, cuando claramente se nos dice y enseña en
tantas Escrituras que Dios es espíritu e invisible? La frase, “Por
cuanto nuestro Dios es fuego consumidor”
no es literal, o contradiría el resto de la Escritura, es más bien una
declaración espiritual-las palabras son palabras literales, pero la
declaración, el principio, es espíritu. Dios, como un Espíritu
invisible, espiritualmente quema la madera, heno, hojarasca y paja
espiritual y la carnalidad
del corazón humano de manera similar a como el fuego literal quema
estos materiales físicos. Todos
estos “fuegos” son el
mismo Fuego: ¡DIOS ES ESTE FUEGO CONSUMIDOR! Los
juicios de Jesús están sobre Sus discípulos, en esta Era de la
Iglesia, no sobre los malvados y los no creyentes del mundo. Su tiempo
viene, pero no en esta era. El
Juicio de Cristo es sobre nosotros ahora, no sobre el Mundo La
iglesia nos ha querido hacer creer que el mundo y la gente malvada que
ha muerto están siendo juzgados hoy, y todos los días. Que así como
la gente vive y muere, sí no son “salvos”, inmediatamente son
juzgados y se van al infierno o al cielo. ¿No es esto lo que enseñan?
Tú sabes que eso es lo que enseñan. ¿Esta
Saddam Hussein en el Infierno ahora mismo? Pregúntale a tu pastor;
pregunta a tu maestro; pregunta al predicador; pregunta al sacerdote. Si
alguien se está quemando en el Infierno en este momento, entonces esa
persona ya ha sido juzgada. Era en el infierno Egipcio del Amenti donde
los muertos eran juzgados al morir, no en un futuro “día de juicio”.
Y así el mundo del cristianismo ha
rechazado la Palabra de Dios por las paganas ideologías Egipcias.
Pregunta a tu pastor: ¿Por qué Dios “ha
escogido y asignado un DÍA en el
que ÉL JUZGARÁ al mundo con justicia” (Hechos 17:31) si
los muertos son juzgados inmediatamente al morir justo como lo enseñaba
la teología Egipcia? ¿Será
Saddam ese que esta colgando en la mano de un atormentador? Tomado
de El Juicio Final por Michel
Angeló Hechos
17:31 “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará
[aún
en los días de Pablo el juicio era algo todavía futuro]
al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos” Aquí
esta Pablo enseñando a los de Atenienses [Griegos
paganos]
que vendrá un día de juicio a este mundo. ¿Acaso ya vino este día
después de la resurrección de Cristo, cuando Pablo enseñaba a estos
griegos? NO. ¿Alguien no entiende la frase “en el cual juzgará
[tiempo
futuro]
al mundo?’’ Dos mil años después ese día establecido
no ha llegado aún. Pero existe otro juicio el cual ya llegó desde hace
dos mil años atrás: El
tiempo de nuestro juicio ya llegó 1ª
Pedro 4:17 “Porque es tiempo de que el juicio comience
[este comenzó desde
hace dos mil años]
por la Casa de Dios…” El
JUICIO, el concilio, el Fuego de
Gehenna Y la prisión
(Mateo 5) del Sermón del Monte de Cristo son para NOSOTROS; los discípulos
de Cristo; aquellos escogidos; los fieles; los vencedores;
los pocos; los elegidos. Y estos juicios son AHORA en cada
generación de los pocos escogidos a través de esta era de la Iglesia. Los
Evangelios fueron escritos para nosotros. Los juicios que estos
contienen son para nosotros. Jesús nos dice que estamos en peligro de juicio,
concilio, fuego de gehenna y prisión, sino obedecemos
espiritualmente y de corazón hasta el último mandamiento que él nos
dio. Jesús no nos juzgará por estar enojados con un hermano con
el juicio de Israel, Jesús no nos juzgará por llamar a un hermano Raca
(Necio) según el Sanedrín Judío. Jesús no nos juzgará por llamar a
un hermano tonto (fatuo) en el valle físico de Hinnom. Jesús no
nos castigará por fallar en reconciliarnos con un hermano en las
cárceles de hombres. Jesús no nos castigará por desear indebidamente
a una mujer arrojando nuestros cuerpos físicos a un infierno
literal en el valle de Hinnom. Jesús
compara Sus juicios a los juicios de los hombres, con los que Sus discípulos
estaban familiarizados, pero estos son los juicios de Jesús, no de los
hombres. Sin embargo, déjenme decirles que en ocasiones Dios sí nos
juzga al traernos a sometimiento de “las autoridades superiores
establecidas por Dios” (Rom. 13:1). Pero todavía es Dios llevando
a cabo el juicio, aunque parezca que está siendo llevando a cabo solo
por los poderes civiles de nuestro estado o comunidad. Recuerda
que Jesús dijo: Mateo
5:20 “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la
de los Escribas y Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”
Lo
que le sigue es Jesús hablando sobre el carácter piadoso y moralidad.
El Sermón del Monte es el comienzo de Jesús, enseñando a Sus discípulos
a vivir una vida mucho más piadosa y justa que lo que nadie ha vivido
jamás antes. ¿Y
cómo es que Sus discípulos vivirán esta vida de rectitud y justicia
que es mucho “mayor” que la de los Fariseos? Yo sospecho que
la mayoría de Sus discípulos pensaban que los Fariseos (quienes eran
los verdaderos expertos en la Ley) eran una prueba difícil de “seguir”,
no digamos de “superarlos”. Es
interesante que aquí Jesús no les explica cómo serán capaces de
lograr esta demanda aparentemente. Muchos de estos discípulos ya habían
sido bautizados por Juan el Bautista. Ellos escucharon las palabras proféticas
de Juan: Mateo
3:11 “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero
el que viene tras mí, cuyo calzado no soy digno de llevar, es más
poderos que yo; él os bautizará en Espíritu Santo Y fuego” Ahora
Jesús esta sobre el Monte con el propósito específico de seleccionar
o descartar a muchos de Sus discípulos, los doce que serán sus más
cercanos seguidores- Sus doce Apóstoles. Pero Él no menciona al Espíritu
Santo de Dios ni una vez en este Sermón del Monte. Y estoy seguro que
todos ellos ya habían olvidado esa parte de la profecía de Juan acerca
de ser “bautizados… en fuego”.
Jesús introduce el “fuego”, en Su Sermón, pero dice nada acerca de
este “Espíritu Santo”. Ellos verán la necesidad de ambos cerca del
final de su entrenamiento con Jesús. Pero ninguno de ellos comprendió
la necesidad por Espíritu Santo Y Fuego durante su aprendizaje
espiritual bajo la tutela del Maestro de Maestros.
¿Qué
nos enseña realmente el sermón de monte a nosotros? Notemos
una frase que Jesús usó 33 veces en los Evangelios: “Ustedes han
oído, pero yo os digo…”, o “Yo os digo a ustedes…”,
o “Pero yo os digo a ustedes…” Muchas veces cuando Jesús
estaba hablando y usaba una frase de este tipo, Él está dando Su enseñanza
presentemente sobre algo enseñado en el Antiguo Testamento y la Ley de
Moisés. A
veces, incluso parece que Jesús esta contradiciendo la Ley de Moisés,
como en estos versículos por ejemplo: Mateo
5:33-34 “Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No
perjurarás, sino cumplirás al Señor tus
juramentos. Pero yo os digo: No
juréis en ninguna manera…” Aquí
hay otro: Mateo
5:43-44 “Oísteis que fue dicho: Amarás
a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad
a vuestros enemigos…” Hace
algún tiempo cuando empecé a estudiar a fondo los versículos del 20
al 45 en lugar de tomar la interpretación de alguien más, encontré
que estaba equivocado en asumir que Jesús estaba contradiciendo
porciones de la Ley de Moisés o enseñando contrariamente a esta. Pregúntate
a ti mismo: Aquellos “circuncidados del corazón, ¿Están realmente
rompiendo o quebrantando los Mandamientos de Dios si no están
‘‘circuncidados en la carne?” yo no lo creo, y tampoco las
Escrituras. Los
creyentes gentiles de hoy en día, ¿están realmente quebrantando los
mandamientos de Dios por no sacrificar animales en paga por sus pecados
si más bien aceptan espiritualmente el sacrificio de Jesucristo
mismo en la cruz? Yo no lo creo, y tampoco las Escrituras. Los
creyentes de hoy, ¿Rompen la ley del diezmo si en lugar de darlo, se
“presentan como sacrificios vivos”, y están siempre
voluntariosos a ‘‘poner aparte algo y guardarlo según Dios los
haya prosperado’’ como dice 1ª Corintios 16:2; su dinero,
tiempo y talentos para servir a otros? No lo creo, y tampoco las
Escrituras. Los
creyentes de hoy, ¿Rompen la ley acerca del Sabbat si no apartan el séptimo
día para descansar o reposar físicamente, y en vez apartan todos los días
como reposo espiritual (Hebreos 4)? No lo creo, y las Escrituras tampoco.
Así
mismo, Jesús no está contradiciendo la Ley de Moisés en estos cuantos
ejemplos en Su Sermón del Monte. Necesitamos
realmente entender y saber, así como Pablo cuando dijo: “Porque sabemos
que la ley es espiritual…”
(Rom. 7:14) ¿Y cómo es que Pablo ‘‘sabía’’ esto? Por
el décimo mandamiento de los Diez Mandamientos que era la parte
principal de la Ley de Moisés y el Antiguo Testamento (Deuteronomio
4:13). “Pero yo no conocí el pecado sino por la ley [¿Cual
ley?];
Porque tampoco conociera la codicia, si la ley [¿Cual
ley?]
no dijera: No codiciarás’’
(Rom. 7:7) ¡Oh, ESA ley! Ese es el decimo mandamiento de los Diez
Mandamientos (Éxodo 20:17) Claro
que he dicho y he escrito por muchos años ya que los Diez Mandamientos
de Dios son espirituales. Y he explicado que es este décimo
mandamiento es el que prueba esto. El séptimo dice no cometerás
adulterio y el octavo dice que no robemos, pero luego el último y décimo
mandamiento dice: “… y ¡Ni siquiera lo pienses!” ¿No
es esto exactamente lo que Jesús está enseñando? El mandamiento dice
que no cometamos adulterio, pero Jesús dice que ni siquiera debemos pensar
en codiciar a una mujer. Todo
este Sermón del Monte se trata de Cristo enseñándonos a vivir una
vida de mucho más alto nivel moral y de justicia del que se había enseñado
antes, y de los Juicios que vendrán sobre aquellos que no vivan en
estos estándares. Pablo
enseñó: Gálatas
3:24-25 “De manera que la ley ha sido nuestro ayo [tutor
o maestro],
para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
Pero venida la fe, ya no está estamos bajo ayo” La
ley es como la escuela primaria, mientras que vivir por fe en Cristo es
mas como la preparatoria o la Universidad. ¿Acaso
no es la primaria necesaria antes de estudiar preparatoria? La mayoría
de los estudiantes de primaria no pueden hacer trabajos de de
preparatoria o de universidad. Una vez en la Universidad los maestros
nunca contradicen las matemáticas, la gramática o las ciencias
estudiadas en la escuela primaria o ¿sí?, no claro que no, y así Jesús
no contradice las
lecciones de la Ley de Moisés que nos llevaron a Él. Ahora
regresaremos al Sermón del Monte y veremos si podemos aprender un poco
de “matemáticas espirituales” más avanzadas Pongamos
algo en claro antes de entrar en este estudio. Encontrarás la frase,
Nuevo Pacto, Nuevo Testamento y Nuevo Mandamiento en las Escrituras
griegas, pero no encontrarás la frase “Nueva LEY” en lugar alguno.
Hay “nuevos mandamientos” respecto a la ley, pero la ley es la misma,
ya que es “espiritual” y por lo tanto no es “temporal”
(2ª Cor. 4:18) Y
déjenme dejar esto perfectamente claro. En la ley del Antiguo Pacto,
leemos esto: “…amarás
a tu prójimo como a ti mismo”
(Levítico 19:18 & Mateo 5:43, 19:19, 22:39, etc.) El
apóstol Juan nos informa que este mandamiento no es nuevo: 2ª
Juan 1:5 “Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un
nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio,
que nos amemos unos a otros” Pero
Juan también sabía que Jesús había agregado algo a este mandamiento: 1ª
Juan 3:23 “Y este es SU mandamiento:
que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a
otros como nos lo ha
mandado” ¿Hubo
algo de diferencia de este mandamiento de la Ley del Antiguo Pacto con; ‘‘como’’
Jesús nos lo ha mandado? Si, si la hay. ¿Una nueva Ley? No, ¿Una
Ley contradictoria? No, ¿Entonces cual fue la diferencia con la
manera en que Jesús enseñó que debíamos guardar este mandamiento de “amar
a tú prójimo”? Aquí
esta, simple y profundo: “Un nuevo
mandamiento os doy: que os améis unos a otros [lo
mismo que el Antiguo Mandamiento, ¿no? pues no, aquí viene la
diferencia…]
… que os améis unos a otros así
como yo os he amado, que también os améis unos a otros’’
(Juan
13:34). Ahora, esto trae muchísimo más significado al “antiguo”
mandamiento que habían tenido desde el principio. Amar “como”
Jesús amo, “es una totalmente diferente”, como dicen por
ahí. No
hubo, ni hay algo malo con la Ley de Moisés. Dios la llama “MI Ley”. El
problema nunca estuvo con la Ley, sino con la gente: Deuteronomio
5:29 “¡Quien diera que tuviesen tal corazón,
que Me temiesen y guardasen todos los días todos Mis mandamientos…”
El
problema nunca estuvo con la Ley de Dios, sino con el corazón de las
personas, ellos eran carnales y cuando uno es carnal, uno no puede
guardar una ley “espiritual”: Romanos
8:6-7 “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse
del Espíritu es vida y paz. Por cuanto la mente carnal es enemistad
contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco
puede” Y
aquí hay prueba absoluta que se necesitaba un cambio en el Pacto, no en
la Ley: Hebreos
8:7-9 “Porque si aquel primero [primer
‘pacto’,
no ley]
hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar
para el segundo. Porque reprendiéndolos
dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré
con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo
pacto [no
una Nueva Ley]…
este es el pacto que haré… pondré mis leyes
[las mismas
Leyes antiguas] en
la mente de ellos y sobre
su corazón las escribiré… [SOBRE
EL CORAZÓN, NO SOLO EN LETRA]”
¡Ahí
esta! El
nuevo Pacto vivifica y da “vida
eterna [eonian-inmortal]” 2ª
Cor. 3:6 “El cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo
pacto, no de la letra, sino del espíritu;
porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica” Esto,
junto con el sacrificio de sangre de Jesús ES el Nuevo Pacto; el
Evangelio; El Reino de Dios. La
Antiguo letra de la ley fue glorioso, pero la nueva aplicación
Espiritual de la ley es ‘‘mucho más glorioso’’ (2ª Cor.
3:9). El Antiguo Pacto era la manera en como el pueblo de Dios era
juzgado bajo el mandato de Moisés: el Nuevo Pacto es como serán
juzgados los Elegidos de Dios bajo el mandato de Jesús.
El
Sermón del Monte es una preparación para el Nuevo Pacto [1]
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: [bajo
el Antiguo Pacto]
No
matarás [asesinar]…”
(Mateo
5:21 Así es, esto es encontrado en el Antiguo Testamento en la Ley de
Moisés ‘‘No matarás’’ (Éxodo 20:13). “Pero yo os
digo [bajo
el NUEVO Pacto],
que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”
(Mateo
5:22) Esta
nueva ley que acabamos de leer que Jesús dice a sus discípulos no la
encontramos en el Antiguo Testamento,… ¿Ésta Jesús haciendo a un
lado la ley de Moisés diciendo: “Pero yo os digo, matarás”?
No, claro que no. Pero bueno,… Jesús por lo menos si “contradice”
algo de la ley de Moisés ¿Cierto? No, tampoco. “Matar” [Griego:
asesinar]
es un pecado. Jesús nunca quiso deshacerse de la ley en contra del
asesinato, ni nosotros queremos y nadie que yo conozca alguna vez pensó
esto por un momento. Sin embargo, algunos podrían considerar o pensar,
que en al menos “algunos mandamientos” del Sermón del Monte
pareciera que Jesús contradice el mandamiento antiguo.
Bueno,
entonces ¿Qué significa esta frase de: “Pero yo os digo…”?
Él añadió “espíritu” a este mandamiento. Jesús se fue a la raíz,
a la causa principal del pecado de asesinato la cual es- enojarse
con un hermano. Y estar enojado contra un hermano, igualmente
pone a alguien “en peligro de juicio”, pero esta vez será Jesús
el que haga Justicia en base a una ley mucho más estricta y alta. No
con un castigo más severo, sino con una fuerza correctiva mayor; con
JUICIO JUSTO. El
castigo tiene su lugar, pero no es la mejor solución para el pecado.
Sin embargo, un juicio justo, SÍ es la mejor solución para el pecado: Isaías
26:9 “… porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los
moradores del mundo aprenden JUSTICIA.” El
juicio justo produce justicia. Así
es, el mundo ciertamente aprenderá justicia, no importa cuánto
niegue la Iglesia la posibilidad de tal cosa. [2]
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio” (Mat.
5:27). Sí, esto también lo dice el Antiguo Testamento en la Ley de
Moisés (Éxodo 20:14). “Pero yo os digo que cualquiera que mira a
una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
(Mat. 5:28) Esto último no está en el Antiguo Testamento. Todavía es
un pecado cometer adulterio efectivamente, pero ahora también es pecado
“mirar a una mujer para codiciarla”. Y solo “mirar para
codiciar” es un pecado del que si no nos arrepentimos y lo
cortamos de nosotros, trae consigo la pena de “…todo tu cuerpo
sea echado al infierno [Gehenna]”
(Mateo 5:30). Ese castigo no está en la Ley del Antiguo Testamento,
Pero es la nueva Ley espiritual de Jesús,
¡EL JUEZ!, Jesús juzgará espiritualmente este pecado con fuego
espiritual. [3]
“También fue dicho [Sí,
esto también está en el Antiguo Testamento]:
Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.
Jesús no contradijo esta ley, Él no la quito; aún está en efecto,
pero Jesús la extiende y dice; “Pero yo os digo que el que repudia
a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere…”
Esto último no está en el Antiguo Testamento. Jesús no dijo que ya no
hay divorcio, o contradijo o quito esta ley, pero si la extendió. Jesús
no dijo: “Pero yo os digo, nunca se divorcien” ¿o sí?
No, no lo hizo, pero si saco el espíritu detrás de esta ley. Siempre
estuvo ahí, es solo que los israelitas (con sus mentes carnales) no lo
veían ni lo entendían. Sí, todavía te puedes divorciar por
“cualquier razón” en la mayoría de los países del mundo. Pero tú
no puedes ser discípulo de Jesús si no obedeces la intención
espiritual de la ley que estaba ahí desde el principio. Jesús dijo que
siempre fue intención de Dios que el esposo y la esposa se mantengan
juntos y no se separen (Mat. 19:4-6). Aún “…por fornicación…”
las personas no se deberían de divorciar. Se pueden divorciar, y no
estarían “causando que ella adultere”, pero esto no
significa que deban divorciarse. Tratar de perdonar y solucionarlo, pero
si no sucede bajo estas condiciones, uno se puede divorciar. Escucha
y entiende: Bajo Moisés, la ley declaró súbitamente: “No
tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3). ¿La
gente entendió y obedeció esa ley? NO, claro que no lo hicieron. ¿Por
qué? Porque no tenían “tal
corazón [espiritual]
en ellos”
(Deut. 5:29). Es por esto que Dios agregó el Segundo Mandamiento: “No
te harás imagen… no te inclinarás a ellas…” (Éxodo
20:4-5) Si uno tiene el Espíritu de Dios y el Corazón de Dios, uno no
necesita el segundo mandamiento para entonces poder obedecer el primero.
Cualquiera
que espiritualmente no tiene otros dioses delante del Dios
verdadero, ni siquiera pensará en hacer imágenes de otros
dioses. El Segundo Mandamiento era solo necesario porque Israel y la
Iglesia eran y son carnales. La única manera de saber por seguro (sin
el Espíritu de Dios) que alguien tenía otro dios en lugar del Dios
Verdadero, era si esta persona se hacía imágenes y se inclinaba
ante ellas, porque esto es algo visible al ojo físico. Pero con el espíritu
de Dios, ahora podemos entender que aún el estomago de uno se puede
convertir en un dios que adorar (Filipenses 3:19). Verdaderamente, tal
como Pablo lo declaro hace dos mil años: “Porque sabemos
que la ley es espiritual…”
(Rom. 7:14) Algunos
patéticamente enseñan que Pablo no se refería para nada a la Ley de
Moisés en Romanos 7. Acabemos de una vez por todas con esa herejía: Rom.
7:1“(hablo con los que conocen la ley), que la ley se
enseñorea del hombre entre tanto éste vive.
(v.2) Porque la mujer casada está sujeta por la ley
al marido… pero si el marido muere, ella queda libre de la ley...” Era
la Ley de Moisés la que decía y permitía esto. Fue
la Ley de Moisés la que causó decir a Pablo: “… pero yo no
conocí el pecado sino por la LEY: porque tampoco conociera la codicia,
si la ley no dijera: no codiciarás. (v. 7). Ahora, ¿alguien conoce
esta ley de “no codiciaras”? Claro, este es el decimo de los diez
mandamientos de la Ley de Moisés (Éxodo 20:17). “Porque sin la
ley…” (v. 8). “…sin la ley…” (v.9). “…el
mandamiento…” (v.10). “…el mandamiento…” (v.11). “De
manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo...”
(v.12). “…por el mandamiento…” (v.13). “Porque
sabemos que la ley ES
ESPIRITUAL…” (v. 14). Claramente y sin duda, es la Ley de Moisés
es la que es “espiritual”. [4]
“Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás,
sino cumplirás al Señor tus juramentos” (Mat. 5:33). Con este si
pensé que aquí si se estaba haciendo a un lado y contradiciendo el
antiguo mandamiento, cuando Jesús dijo, “Pero yo os digo: NO juréis
en ninguna manera… Pero sea vuestro hablar: Sí, sí: No, no;
porque lo que es más de esto, de mal procede” (v. 34-37) Bajo
Moisés a Israel le era permitido jurar por el nombre de Dios únicamente:
“Al SEÑOR tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás,
y por su nombre jurarás.” (Deut. 10:20) Ellos
no podían jurar en el nombre de ningún otro dios: “…ni juréis
por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a
ellos.” (Josué 23:7) Podían
jurar solo por el Nombre de Dios, y nunca en falso: “Y no juraréis
falsamente por Mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios.
Yo el Señor” (Levítico 19:12) Pon
atención a las palabras. El primer principio “habéis oído”
no tiene absolutamente nada que ver con que si uno debe o no jurar.
Tiene que ver con mentirle a Dios. Leamos de nuevo: “No perjurarás
[Griego; opiorkeo-‘jurar
falsamente o cometer perjuicio’], sino cumplirás
[Griego, apodidomi
‘entrega, pago, rendir’] al Señor tus juramentos.” Moisés
dijo que cualquiera que jurará, tenía que cumplir aquello que juró, y
no mentir o perjurar: “Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo
guardarás y lo cumplirás…” (Deut. 23:23) Y
de nuevo, “Y no juraréis falsamente por mi nombre...” (Levítico
19:12) Y
de nuevo: “cuando alguno hiciere voto al Señor,
o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su
palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca” (Núm.
30:2). Notemos la palabra “cuando”
la cual es una connotación que se le da al versículo para decir que no
era un mandamiento que todos, hombre y mujeres, tenían
que jurar. Aún un voto incondicional ES jurar (un juramento), y
lo puedes ver en el Diccionario Vine’s
Consice de palabras Bíblicas. Más notemos que jurar votos no es un
requisito para todos de parte Dios: “Cuando
haces voto al Señor tu Dios, no tardes en pagarlo…mas
cuando te abstengas de prometer, no
habrá en ti pecado.”
(Deut. 23:21-22). Fallar
en cumplir un juramento o promesa fue el mismísimo pecado que
cometieron Ananías y Safira ante Pedro. Ellos “dijeron” que darían
el precio de una parcela a los apóstoles. Pero después que la
vendieron “se quedaron con una parte para ellos”. Ellos NO “cumplieron
su juramento, lo que habían dicho al Señor”
Y por esto Dios les quitó la vida y su “cuerpo completo será
echado a Gehenna’’ en el día del Juicio, por este pecado de
“mentir al Espíritu Santo” (Hechos 5:1-11). Ellos no tenían ni
les era necesario jurar en primer lugar. Si solo hubieran vendido su
propiedad y luego dar parte de ella a los apóstoles (sin antes hacer
esa gran promesa y acto de benevolencia delante de los apóstoles) nada
les hubiera pasado. Este
es un perfecto ejemplo de cómo el “pero yo os digo: no juréis en
ninguna manera” hubiera salvado sus vidas. Chequemos
lo que Pedro le dijo a Ananías: “Reteniéndola.
¿No se te quedaba a ti? Y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué
pusiste esto en tu corazón? [¿Por
qué hiciste un juramento?] No
has mentido a los hombres, sino a Dios.” (v.4). En
otras palabras, si no hubieras jurado ante los hombre que darías este
regalo a Dios, no serias responsable por no darlo. Pero ahora si eres
responsable y culpable por no darlo. Entonces tuvieron que morir por
mentirle a Dios. Así que “no jures para nada” y no
perjudicaras a ti mismo, sino fueses capaz de cumplir tu promesa. ¿Por
qué los instruyó Jesús a no jurar por “cielo, tierra, Jerusalén
o por tu propia cabeza”? Porque todas estas, eran cosas por las
que juraban los Fariseos y Escribas, y los discípulos cargaban con la
falsa religión e ideas de estos líderes. Como los fariseos sabían por
experiencia que ellos frecuentemente no podían seguir o cumplir sus
propias promesas y juramentos a Dios, ellos comenzaron a jurar por otras
cosas que no fueran el “Nombre de Dios”. Ellos comenzaron a jurar
por cosas solamente relacionadas de alguna manera con Dios, para que
cuando rompieran su palabra, ellos pudiesen decir que nunca ‘‘juraron
en el nombre del Señor’’. Jesús
reprendió fuertemente tal cosa sin sentido en Mateo 23:16-23, donde
juraban por “el templo, el oro, el altar,
las ofrendas del altar, el cielo”, etc. Pedro
juro delante de Jesús: “Aunque me sea necesario morir
contigo, no te negaré. Y todos
los discípulos dijeron lo mismo.” (Mat. 26:35). Todos juraron. Unas pocas horas después Pedro juro otra vez: “Entonces
él [Pedro]
comenzó a maldecir, y a jurar:
No conozco al hombre…”
(Mat. 26:74) “… entonces todos
los discípulos, dejándole, huyeron.” (v. 56). Ahora
sabemos porque Santiago escribió: “pero sobre todo, hermanos míos,
no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro
juramento: sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que
no caigáis [como
todos ellos cayeron] en
condenación.”
(Santiago 5:12) Santiago estuvo ahí esa noche, él fue uno de los que
pensó que podía “cumplir su juramento al Señor”, pero se
encontró que sin Dios en él no tenía tal poder, y estoy seguro que
este evento avergonzó a Santiago por el resto de los días de su vida,
y esta es la razón por la que nos escribe a nosotros, “Pero sobre
todo, hermanos míos, no juréis…” Fallar
en cumplir un juramento ante Dios rompe el 3er mandamiento también, y
hace que tomemos el Nombre de Dios en vano. Entonces, ¿Cuál es la
manera en que podemos evitar hacer esto? ‘‘No juréis en ninguna
manera’’. ¿Por qué? “… porque no puedes hacer blanco o
negro un solo cabello” (Mateo 5:36). Jesús nos dijo que no
juremos por nada, ‘‘ni por cielo, tierra, Jerusalén o tu cabeza…’’
(v. 34:36). Ni debemos jurar: “sobre la Biblia”, “por tu vida”,
“por la vida de tus hijos”, o “por la tumba de tu abuela”. [5]
“Oísteis que fue dicho: ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo
os digo: no resistáis al que es malo…vuélvele también la otra [mejilla]”
(Mat. 5:38-39). No me tardaré mucho en este ya que es lo mismo que
hemos estado viendo y quiero llegar al mandamiento de “ama a tus
enemigos”. Suficiente es decir que de acuerdo a todos los Judíos
Escolásticos que leo (que son bastantes), ninguno enseña que esto de
ojo por ojo… era forzado de manera literal. Significaba compensar a la
persona lastimada de la misma manera. Y esto aparentemente es la verdad,
siendo que tenemos la siguiente Escritura: “No
te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino
amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo el Señor”
(Levítico 19:18). Ciertamente una persona estaba justificada en ser
recompensado o compensado por la pérdida de un ojo, un diente etc.,
pero no que la persona tomara venganza sobre otra al quitarle
literalmente el ojo, aunque esta persona hubiera sido la causa de la pérdida
de su ojo. No hay un solo caso en que esto sea ejecutado de manera
literal en las Escrituras, esto es igual que cuando Jesús dijo que
saques un ojo de ti si te es ocasión de caer, nunca se refiere a algo
literal. Sin embargo, hay ejemplos de esto llevándose a cabo en cierta
manera. El mandamiento Jesús en ninguna manera contradice o quita el
principio de “ojo por ojo”. Hoy
en día tenemos aseguradoras para tales casos cuando se necesita que se
les retribuya (en valor) a aquellos perjudicados (como en un accidente
de tráfico donde alguien tal vez pudiese perder un brazo, o una pierda
o un ojo) [6]
“Oísteis que fue dicho: amarás a tu prójimo, y aborrecerás
a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos…” (Mat.
5:43-44). Bueno,
aquí esta. Este mandamiento por seguro que esta anulando el mandamiento
del Antiguo Testamento y contradiciéndolo totalmente, ¿cierto? Falso
otra vez mis amigos. Algunos de estos ejemplos que Jesús usó eran
realmente mandamientos de la Ley de Moisés. Sin embargo, este, no lo
era. Ciertamente, Levítico 19:18 nos dice “amarás a tu prójimo”,
pero no nos dice “Aborrece [odia] a tu enemigo”. De hecho, no hay
declaración alguna en toda la Ley de Moisés que diga que debas “aborrecer
[odiar] a tu enemigo” Bueno,
¿Entonces en donde oímos que “fue dicho… aborrecerás a tu
enemigo”? Notemos que en este ejemplo Jesús no dice “Oísteis
que fue dicho por ellos…” No, Jesús dijo: “Oísteis
que fue dicho…” En este caso Él no dijo que por
“ellos” los antiguos. Solamente una persona en las Escrituras
dijo que odiaba a sus enemigos, y ese fue David. No
estaba en la Ley de Moisés, más bien en los Salmos de David: “Los
aborrezco por completo [Hebreo: ‘odio completamente’]:
los tengo por enemigos” (Salmos 139:22). Fue este “hombre
sanguinario”, David, quien murió con sangre en sus manos y
homicidio en su corazón (1ª Reyes 2:1-9) quien dijo que él
odiaba a sus enemigos, no fue Dios quien nos dijo que debemos
odiar a nuestros enemigos. Y
así, Jesús, verdadero a Su palabra en Mateo 5:17-19, no eliminó
ninguna ley, o “quito alguna tilde o jota” de la ley. Ahora,
vamos a aprender como seremos juzgados por nuestro Señor, y como hemos
de vivir bajo Su NUEVO MANDAMIENTO. Quizás
el versículo más enigmático de toda la Biblia Jesús
les dijo a sus discípulos en el sermón que si ellos llamaban a un
hermano “tonto” (fatuo) estarían en peligro de “fuego
de Gehenna”. ¿Qué clase de peligro es ese? De hecho ¿Cómo este
“fuego de Gehenna” nos puede juzgar? ¿Hay algún lugar en donde se
nos diga como este fuego de Gehenna nos juzga y nos hace más
“justos” o puros? Hay un versículo que específicamente contiene lo
que Gehenna logra, pero es uno de los versículos menos entendidos en
toda la Biblia: Mateo
10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no
pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno [fuego de Gehenna]” El
principal problema para entender este versículo, es entender acerca de
quién está hablando. La Iglesia te dirá que está hablando acerca de
aquellos que sufrirán la perdida de la salvación en los eternos fuegos
del infierno. Pero nada puede estar más lejos de la verdad que esto.
Este versículo estaba dirigido directamente a los 12 apóstoles y era
acerca de ellos, y es aplicado a todos los discípulos de Cristo a través
de todas las generaciones. Regresemos
al primer versículo del capítulo 10 para ver el contexto sobre de que
está instruyendo Jesús a sus Apóstoles en esta enseñanza. “Entonces
llamando a sus doce discípulos… les
dio instrucciones [a ellos y a nadie más, solo a ‘ellos’,
solo a los doce apóstoles] diciendo…” y Jesús continua
hablando sin interrupciones hasta el capítulo once, a Sus doce apóstoles
únicamente. Si
es el mundo de pecadores no arrepentidos los que tienen que “temer
a Aquel que es capaz de destruir alma y cuerpo en el infierno”,
entonces ¿Por qué rayos Jesús no hace esto claro a Sus discípulos en
estos versículos? Más bien Jesús advirtió a Sus apóstoles que ellos
son los que deben temer. Fíjate: Mateo
10:1, 5 y 28 “Entonces llamando a Sus doce discípulos… a estos
doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo… [Jesús
continua hablando a sus apóstoles únicamente]… Y no temáis [a
sus enemigos y perseguidores] a los que matan el cuerpo [el
cuerpo; tu cuerpo], mas el alma [tu alma] no pueden
matar; temed más bien [ustedes mis doce discípulos] a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo [TÚ alma y TÚ cuerpo] en el
infierno [fuego de Gehenna]” Ciertamente,
Jesús no estaba advirtiendo a los malvados que no temieran a
otros malvados que cuando matan, matan el cuerpo pero no el
alma… No, esta instrucción de Jesús es para los creyentes. Gehenna
es juicio. No es tortura en fuego literal. Es juicio sobre los Elegidos
de Dios para purificarlos espiritualmente; para hacerlos santos y sin
culpa; y para hacerlos fuertes. Gehenna habla de juicio, y Jesús enseñó
que Dios es “capaz de destruir tanto el alma como el cuerpo
en Gehenna”. ¿Cómo es que nosotros (los Elegidos de Dios) hoy en
día estamos siendo destruidos en cuerpo y alma? Fíjate lo que Jesús
dice unos pocos versículos después que Él hace esta declaración: Mateo
10:39 “El que halla su vida [Griego: ‘psuche’ – alma, no ‘zoe’
que es vida] la perderá; y el que pierde su vida [alma] por
causa de Mí, la hallará” Nosotros
tenemos que estar bautizados espiritualmente en la muerte de Cristo, y
debemos también perder nuestra
ALMA por causa de Cristo. Aprende
a leer las Escrituras de manera correcta y precisa. Toma nota de que Jesús
NO dijo “Y no temáis a los que MATAN el cuerpo, mas el alma no
pueden MATAR: temed más bien a aquel que puede MATAR el alma y el
cuerpo en el infierno [Griego: Gehenna].” NO, Jesús NO
dijo eso, pero se asume que Él lo dijo o al menos que a eso se refirió.
Pero no, Jesús dijo: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden MATAR; temed más bien
a aquel que puede DESTRUIR el alma y el cuerpo en el infierno
[Griego: Gehenna]” ¿Por
qué el cambio de palabras? Jesús cambia de “matar” a “destruir”.
Es
nuestra “alma” en la que Dios está más interesado, más que
en nuestra “vida”. Una persona demente puede tener una vida
perfectamente sana, pero su alma está severamente dañada. Una persona
comatosa (letárgica) puede estar en perfecta salud física y muy
“viva”, pero casi casi que no posee ningún alma-conciencia, cautela,
carácter, amor, emociones, conocimiento, esperanzas y sueños, memorias,
etc. Ahora
entonces, “destruir” en el verso 28 es la palabra griega ‘appolumi’
y significa: destruir, perecer,
perder. ¡Wow! ¿Puedes ver esto? Mi trabajo sería mucho más fácil
si solamente los traductores hubiesen sido consistentes en su traducción,
pero Dios no quería que lo fuesen. Todo es parte de la decepción
mundial, lo cual es una parte necesaria del plan de Dios. En el verso 28
Jesús dice que Dios pues “appolumi tu alma y tu cuerpo”. En el
verso 39 Jesús nos dice que debemos “appolumi” nuestra vida (alma).
Ya sea que nosotros “appolumi” destruyamos/perdamos nuestra alma, o Dios
va a ‘appolumi’ nuestras almas por nosotros, y este no es el camino
por el que queremos ir, siendo que: “¡Cosa temible es caer en
manos del Dios Vivo!” (Hebreos 10:31) Y
notemos que esto es precisamente lo que estamos leyendo en Mateo 5:29- “si
tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo [tú],
y échalo de ti;… y si tu mano derecho te es ocasión de caer,
córtala [tú], y
échala de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no
que todo tu cuerpo sea echado [por Dios, “temed a Él”
] a Gehenna” (Mateo 5:28-30) Debemos
de sacar y cortar aquellos miembros del cuerpo que son usados para pecar
en contra de Dios: “Hacer
morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las
cuales la ira de Dios viene [“temed
a ÉL”] sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros
también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora
dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a
los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y
revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno” (Col. 3:5-10) Pero
esperemos que por ahora, todos sepamos que los diferentes “miembros”
de nuestro cuerpo [sacar ojos; cortar manos; cortar pies] no son los que
de hecho pecan, sino es el corazón y la mente carnal del hombre que usa
los miembros de su cuerpo para cometer pecado: “ni tampoco presentéis
vuestros miembros al pecado como instrumento de iniquidad…” (Rom.
6:13) Así
que Dios nos enseña a “temerle a Él” y al hacerlo, destruir
[Griego: ‘apollumi’-destruir,
perecer, perder] nuestra alma al “sacar y cortar”
estos miembros de nuestro cuerpo, y dejar de usarlos como “instrumentos
de iniquidad” para que Dios no tenga que destruir nuestra
“alma y cuerpo en Gehenna” al ‘‘echarnos
en Gehenna’’ ¿Estás ahora comenzando a entender el
juicio de “fuego de Gehenna” y como funciona? CUATRO
juicios de Jesús “…pero
yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, sin causa
alguna, será culpable de juicio”
(Mateo 5:22) ¿Sin
causa alguna? ¿Cómo
y cuando, por favor díganme, ha habido alguien “enojado contra su
hermano” sin absolutamente ninguna causa? Ha habido un gran
debate por siglos acerca de que si la frase “sin causa alguna”
debería estar en este versículo. Yo
concuerdo con aquellos que no ponen esto en su traducción. Yo creo que
algún editor quien simplemente no podía dejar de odiar a un hermano,
vio su dilema de acuerdo a la enseñanza de Jesús e inserto esta frase
en alguna traducción para permitirse su odio y seguir bajo la buena
gracia de Dios. Pero,
¿No nos dice Efesios 4:26: “Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo…? Otros
cuantos traductores trataron de interpretar este versículo de mejor
manera que la versión King James, pero la mayoría fallaron: “SI
estas enojado, cuidado con pecar…”
(Weymouth) “SI
te enojas, debes dejar de pecar en tu enojo…”
(Traducción Williams) “No
dejes que el resentimiento te lleve a pecar…”
(Traducción Knox) “SI
estas enojado, no peques alimentando tu rencor…”
(Kenneth Taylor) Ese
último es muy gracioso. Así que… si tienes rencor contra algún
hermano, pero no “lo alimentas”, entonces ¿estás bien? Es esto
acaso algo como: “Si vas a continuar viendo pornografía, no lujuries”
O “Si continúas bebiendo tanto, no te
emborraches” Ellos
tratan cualquier medio para justificar estar
enojado, pero no “pecando”.
¿Y dónde se encuentra esa delgada línea entre estar enojado con un
hermano, pero sin pecar? ¡No
existe esa línea! La
única traducción que parece darle sentido a este versículo es la
siguiente: “¿Estas indignado y sin
pecar?’’
(Concordant Literal New Testament)
Esta
traducción tiene sentido y es Escritural. Pues necesita ser dicho en
forma de pregunta. “Indignación,
enojo e ira” son casi sinónimos, y seguido son usados de manera
intercambiable en muchas traducciones. Y
entonces la pregunta es, “¿Puede alguien estar enojado, indignado, o
airado con un hermano y no pecar? La respuesta es NO. Notemos como
continua este versículo: “¿Estas
indignado y sin pecar? No dejes que el sol se hunda en tu disgusto
[ira], NI [no hagamos a un lado esta parte final] …ni des
lugar al adversario [diablo]” (Efesios 4:26-27). Jesús
mismo mostró enojo contra los hipócritas, pero no en contra de Sus
hermanos. “…cualquiera que se enoje contra un HERMANO”
Jesús se enojó “Entonces [Jesús] mirándolos alrededor
con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones”
(Marcos 3:5). Recuerda que Jesús “el CORDERO de Dios” regresará a
este Tierra en IRA (Ap. 6:16), pero… ….PERO, “Dios no
nos ha escogido a NOSOTROS [Sus Elegidos] para ira”
(1ª Tes. 5:9) Jesús
NO está enojado con Sus hermanos. Ni tampoco nosotros
podemos enojarnos con nuestros hermanos. Pero ¿Quiénes son los
hermanos de Jesús y nuestros hermanos? Respuesta: “Porque
todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es Mi hermano, y Mi
hermana, y Mi madre”
(Marcos 3:35). Estar
enojado con un verdadero hermano o hermana quien está haciendo la voluntad
de Dios, es solo un poco
diferente que estar enojado con Dios mismo. Y si lo hacemos, estaremos
en peligro de Juicio. O como algunos lo ponen, “el Juez de
Jueces”. Jesús es nuestro único Juez, y nosotros seremos los múltiples
jueces que “juzguen el mundo y a los ángeles” (1ª Cor.
6:2-3) por estos mismos principios. Los
primero cuatro juicios de Jesús en Su Sermón giran alrededor de “hermanos”
en Cristo que “hacen la voluntad de Dios”. Y aún llamar a un
hermano “tonto, fatuo”, traerá juicio de Jesús en tu vida.
Pero ¿Qué hay acerca del último juicio -“prisión”? ¿Acaso
Jesús nos pone en prisión? Si, si lo hace. Yo personalmente puedo
atestiguar por esta, y posiblemente tú también. En ocasiones somos
puestos en cierta posición de donde simplemente no nos podemos salir. No
hay salida alguna. Cuando nosotros lucharemos físicamente,
mentalmente, emocionalmente y espiritualmente para salir de ahí, pero
no hay salida; ¡Tú estás en una prisión espiritual!
Y SOLAMENTE Jesús tiene las llaves. Estos
cuatro ejemplos de los juicios de Cristo en Sus Elegidos pueden venir en
tantas diversas y variadas circunstancias que sería casi imposible
decir exactamente cuál de alguna de estas está usando Dios para tu
beneficio en algún tiempo en particular. El uso personalizado de Jesús
de juicio, concilio, fuego de Gehenna y prisión, obviamente
encaja perfectamente en la corrección de cada individuo. Yo
realmente creo, sin embargo, que aquellos de nosotros que hemos estado
experimentando los juicios de Jesús en nuestras vidas, podemos
atestiguar el hecho de que ahora podemos reconocer que muchas de las
cosas “extrañas” que pasan en nuestras vidas, son parte de los
juicios de Dios. ¿Acaso nunca has experimentado una “prueba de fuego” tal como nos lo recuerda Pedro? (1ª Pedro 4:12).
Y por mucho que queremos que estas pruebas pasen y se acaben, debemos
sin embargo, recordar que son buenas para nosotros, y que producen “paciencia”
y “justicia”. Aquí
hay una Escritura que yo continuamente recuerdo a otros y a mí cuando
la vida se pone un difícil: “Es
verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino
de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en
ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11) |